La madera tiene carácter y cada tipo tiene sus propias ventajas: aprende las diferencias entre madera blanda, madera dura y materiales laminados. Elige según el lugar de uso, la resistencia y el aspecto deseado, así tu material se adaptará al proyecto y el resultado será perfecto.
Material laminado (MDF/contrachapado): hoja de sierra con 60 o más dientes para reducir las astillas.
Madera maciza: de 12 a 14 dientes a lo largo de las fibras, de 60 a 80 dientes transversalmente a las fibras.
Consejo: ¿Quieres mantener la flexibilidad? Opta por un término medio. Una hoja con unos 40 dientes cubre muchas necesidades y ofrece resultados sólidos.
Unir madera no es ningún misterio. Con los conocimientos básicos adecuados sobre tornillos, tacos y pegamentos, cada unión quedará limpia y cumplirá lo que promete. Aquí encontrarás respuestas claras a preguntas típicas: concisas, prácticas y directamente aplicables. Empecemos.
Casi siempre vale la pena taladrar previamente en madera dura y si quieres taladrar cerca de los bordes. Esto evita grietas y permite que el tornillo se agarre correctamente.
Los tornillos para madera con rosca gruesa son ideales para vigas grandes y estructuras portantes. Para la mayoría de los proyectos de bricolaje, los tornillos para tableros aglomerados con cabeza avellanada son más adecuados, ya sea para tableros aglomerados, listones de techo o tablas de madera maciza.
Las roturas se producen al taladrar. Al atornillar, el material puede agrietarse. Utilice una broca avellanadora y trabaje a una velocidad constante. Un pequeño punto de avellanado y una rosca tratada con cera o jabón también ayudan.
Los tacos de madera son adecuados para uniones invisibles y precisas en armazones, estanterías y marcos de muebles. Alinean los componentes y aumentan la estabilidad sin cabezas de tornillo visibles.
Utilice una plantilla para tacos o topes. Marque las líneas centrales, taladre con un tope de profundidad y compruebe el ajuste con un montaje en seco.
Guíate por el grosor del material: para tableros de 18-20 mm, los tacos de 8 mm suelen ser adecuados. Elige la longitud de manera que ambos lados agarren al menos un tercio de la longitud del taco.
Para interiores, suele bastar con cola PVA (D2/D3), que es a base de agua. Para zonas húmedas o exteriores, utiliza colas resistentes al agua como D4 o PU. Así te asegurarás unas uniones resistentes.
La regla es: fina, pero en toda la superficie. Una fina capa en ambas superficies de contacto garantiza una alta resistencia; limpia inmediatamente cualquier exceso de cola con un paño húmedo.
Dependiendo del tipo de cola, la unión debe mantenerse presionada entre 20 y 60 minutos. La unión estará lista para soportar cargas completas tras 24 horas. Ten en cuenta la temperatura y la humedad del aire y sigue las instrucciones del fabricante de la cola.
La madera merece un acabado que la proteja y la realce. Elige el tratamiento en función del lugar de uso, el desgaste y el aspecto deseado. Con una preparación limpia, un lijado fino y una prueba en un trozo sobrante, sacarás el máximo partido a cada superficie.
El aceite aporta profundidad y resalta el veteado de la pieza. La cera, por su parte, proporciona un tacto sedoso y es ideal para muebles con poco uso. Utiliza tinte si quieres dar color a la madera de forma específica. A continuación, puedes sellarla con aceite o barniz.
Consejo: trabaja sin polvo, lija con un grano de 180 a 240 y prueba siempre el color y la absorción en un trozo sobrante.
El barniz proporciona una gran protección: de color o transparente y desde mate hasta alto brillo. Para exteriores, puedes hacer que la madera sea resistente a la intemperie con un barniz.
Consejo: aplique una capa fina y uniforme, siga las instrucciones del fabricante y deje que el acabado se seque lo suficiente.
Trabajar con seguridad significa terminar el trabajo sin estrés. Con un buen equipo, una pieza de trabajo bien fijada y orden en el taller, podrás mantener la concentración y evitar riesgos.